martes, 31 de enero de 2012

A7

Famosa autopista que rodea la costa mediterránea española y que aún no esta completada. A ver si de una vez terminan la parte pendiente de la provincia de Granada, claro que con los recortes va a tardar aún algunos años.

Por supuesto que no me refiero a eso. El asunto es que estamos a siete puntos del Barcelona. El año pasado pronostiqué que el Madrid ganaba la liga y no pasó. Este año está algo más fácil. Mi pronóstico: si el Barcelona pierde tres o cuatro puntos más antes de que el Madrid llegue al Camp Nou entonces no se puede escapar. Pero si pilla la racha tonta de ganar partidos, la cosa va a seguir siendo muy difícil. Necesitamos seguir con una ventaja de al menos cuatro puntos al llegar allí, eso está claro. Mantener los siete sería genial.

Todo muy obvio, pero es lo que hay.

Más fuerte que Nadal

Para mí la final de Australia resultó mucho más preocupante para Nadal que si hubiese perdido 6-1 6-1 6-0.

Me explico, si algo teníamos claro de Nadal es que si llegaba a un quinto set ganaba. Y más si rompía un juego. El domingo, después de cinco horas y media de partido e ir 4-2 de cara en el quinto set, incluso 15-0 en el siguiente juego, perdió el partido. Conclusión: Djokovic no sólo juega mejor, en eso se han acortado las diferencias este año, pero es que es más fuerte física y psiquicamente que él.

Djokovic ya había demostrado lo mismo con Federer en el US Open, pero Federer siempre ha sido más blandito. Lo peor es que no cae muy bien a nadie que no sea serbio. En eso Nadal lleva algo de ventaja. (Lo de "algo" es adrede).

martes, 24 de enero de 2012

Me importa un pito Mourinho

Creo que ya he escrito alguna vez que Mourinho me parece un buen entrenador, y que su personalidad al menos ha evitado que el Madrid esté completamente a la deriva de las ocurrencias del funesto Florentino.

Pero a lo que me refiero es al fenómeno mediático Mourinho, ése que hace que los catalanes se indignen como si fuese la reencarnación de Felipe V, que los ultras se olviden de su enemistad con Florentino para corear su nombre como si fuese un madridista de toda la vida, que los socios "de toda la vida" comiencen a tenerle tanta manía como euforia les causaba cuando llegó y, sobre todo, el que llena y llena portadas y horas de tertulia (normalmente con opiniones indignadas sobre su conducta, lo que dice, su dedo en el ojo del tal Tito y demás chorradas). Ya sé que en un país en crisis este hombre constituye la evasión perfecta pero, francamente, a mi me importa un pito.

miércoles, 18 de enero de 2012

Fraga

Tenía previsto escribir algo sobre Fraga cuando estaba de actualidad por su muerte (las cosas van rápidas, hoy ya casi nos hemos olvidado de ella). La ventaja de hacerlo ahora es que podré resumir algo.

Mi opinión rara en este tema es que, pese a lo que han dicho la mayoría de los comentaristas políticos no creo que su principal mérito haya sido haber contribuido a la transición política (de hecho, creo que su mayor fracaso no fue el no llegar a presidente de gobierno sino precisamente no pilotar esa transición). En aquella época, factores fuera de su control le impidieron llegara a ser presidente y su terrible error al maniobrar por falta de espacio político y terminar liderando un grupo de ex ministros franquitas bastante carcas lo arrastró a no poder ganar jamás unas elecciones. Por supuesto, de esa base surgió el PP actual que es el primer partido político que en nuestra vida democratica ha sido capaz de aglutinar a prácticamente toda la derecha y el centro-derecha. Esa es una gran herencia y quizás también por ello no goza de muchas simpatías en el otro campo.

Pero para mi, su principal mérito fue precisamente lo que muchos le reprochan: su actuación como ministro franquista. Una cosa es ser un político en un plácido régimen democrático y otra muy distinta tratar de influir en la liberalización y modernización de un país presidido por un anciano tirano, que ya pintaba poco para la mayoría de las cosas, pero que de vez en cuando resolvía algunas cuestiones siguiendo su manual de la Guerra Civil o los métodos del peor fascismo europeo de los años 40 y todos le obedecían sin rechistar. Añadamos a eso que el resto del Gobierno estaba dividido entre fascistas puros y duros, apenas reconvertidos, y tecnócratas pertenecientes a una secta religiosa integrista ávida de poder.

Pues bien, desde esa situación tan precaria Fraga fue capaz de influir en nuestras vidas, de hacerlas algo más humanas, algo más alegres, de prepararnos para lo que vendría después. Con su ley de prensa surgieron publicaciones anteriormente impensables, con el turismo se dio definitivamente carpetazo a la implantación de la visión absolutista de la moral católica en la vida privada de los españoles.

Todos nuestros expresidentes de gobierno democráticos se han caracterizado por transformar fuertemente (para bien o mal) nuestra realidad. Unos como Suárez o incluso Calvo-Sotelo por el tiempo que les tocó vivir. Otro (Felipe González) fundamentalmente por sus deseos de cambio y el dilatado periodo del que dispuso. (Sobre Aznar y Zapatero no voy a opinar hoy.) Por ello, precisamente, el hecho de que alguien que no ha llegado a ser presidente de gobierno haya tenido una influencia semejante o mayor a lo largo de tanto tiempo me parece extraordinario.

Por otra parte todos conocemos como era, autoritario al hablar, muy trabajador y también muy competente. Errores tuvo muchos porque hizo mucho y por tanto se equivocó mucho. En definitiva, un gigante de nuestra política, imprescindible para entender una época dilatada que va del tardo-franquismo al siglo XXI.