martes, 27 de abril de 2010

Almodóvar y Woody Allen

Esta entrada es paralela a la anterior, aunque se trata de vidas paralelas, no antiparalelas. Tras esta barroca aclaración, continúo. Tanto Almodóvar como Allen se encumbraron a base de películas gamberras y, a continuación se dedicaron a hacer cosas “más serias” pensando en que sólo de esa manera entrarían en la historia del cine. Esto ha sido en parte verdad, puesto que la crítica “seria” les alabó grandemente sus películas de autor (o sea sobre obsesiones personales, evidentes, aunque muy distintas, en ambos casos) y con actrices de relumbrón. A mí particularmente me fueron aburriendo cada vez más. Ambos trataron de volver a veces sobre sus pasos, normalmente con toques de humor en algunas escenas e incluso, en el caso de Allen, con alguna nueva película humorística, aunque sin la frescura original de “Bananas” o “Love and Death”. Dos diferencias: el cambio en Woody Allen fue más brusco, lo que fue de agradecer ya que de esa manera me tragué un numero menor de sus muermos antes de darme cuenta que no eran lo mío. Y está la gran excepción de “Match Point” película genial que no se parece a ninguna otra de Woody Allen nueva ni antigua y que parece inspirada por el fantasma reencarnado de Alfred Hitchcock. Lógicamente, como pasó con Hitchcock, fue ignorada por la Academia de Hollywood, que se rindió, en cambio, con sus películas "personales". Lo mismo que, a escala menor, también ha ocurrido con Almodóvar (ya he comentado en la otra entrada los problemas de este último con la "Academilla" local).

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