martes, 1 de mayo de 2012

El trato

Ayer nos acostamos con la filtración, al parecer cierta, de una negociación de trato de Iñaki Urdangarín y su socio con la Fiscalía que básicamente consistiría en declararse culpables de las estafas que se les imputan y devolver varios millones de euros a cambio de no ir a la cárcel.

En una entrada hace tiempo me manifesté partidario de la continuidad de la Monarquía en España, con argumentos más bien prácticos. Pero no puedo por menos hacerme eco del año tan complicado que la institución está pasando, básicamente no por la presión de los republicanos (eso sí, algo crecidos por el "republicanismo cívico" del periodo ZP) sino más bien por la actuación de sus propios miembros.

Al Sr. Urgangarín no se le exigió hacer una declaración pública solemne de inocencia ante los Juzgados de Palma. Pero el caso es que la hizo. Poniéndonos en la posibilidad mejor, si ahora la contradice por miedo a la cárcel, estará mintiendo por temor. Algo nada ejemplar viniendo del yerno del Rey. Pero si esos milloncejos regresan de un banco suizo, digo yo que no saldrán de la nada. Así que la segunda posibilidad, que fuese mentiroso y estafador antes y veraz ahora es desgraciadamente lo más probable.

Cabe que al final recapacite y tome la postura más digna. Que haga frente al juicio con todas sus consecuencias. Frente al veredicto de culpabilidad afrontaría la cárcel, pero no la vergüenza de desdecirse de lo que declaró ante los periodistas hace un par de meses.

En épocas no muy remotas pero que ahora nos parecen bárbaras alguien en tal coyuntura tenía otra salida más honorable. En Japón, por ejemplo, aún se sigue practicando. No deseo en absoluto que nadie escoja nunca esa solución que además para este lugar, tiempo y personaje se me antoja impensable. Es sólo un comentario sobre lo que se ha devaluado el sentido del honor, antes exageradamente por encima de la vida, ahora simplemente ignorado. Repito que un juicio sin trato me parece lo más indicado para este caso.

Lo que está claro es que, pase lo que pase a partir de ahora, la Monarquía perderá mucho o poco, pero saldrá perdiendo. Algo que probablemente estaba en los cálculos de quien filtró el trato.

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