jueves, 14 de enero de 2010

Cataratas

No se trata de turismo sino de medicina. Resulta que hacía tiempo veía raro por la noche (halos, deslumbramientos y falta de agudeza) y me subía la miopía y terminaron diagnosticándome cataratas y diciéndome que me tenía que operar. Me pareció un poco pronto para una enfermedad típicamente de ancianos de la cuarta edad, pero me resigné y a eso me he dedicado en el periodo navideño, más o menos. Por cierto, cuando me informaba sobre de qué va todo esto encontré un blog muy curioso de una señora bastante mayor de Sevilla a la que la Seguridad Social tuvo sentada 4 horas en el pasillo antes de la operación y que describía todo en plan suspiros y jaculatorias, lo que me dió más idea de la variedad de blogs raros que hay hoy en día y en cierto modo me animó algo a escribir éste. Trataré de contar el asunto evitando las jaculatorias, aunque ya me hubiese gustado que me saliesen en su momento, que esas cosas animan mucho, pero es que uno es un poco descreido. Pues la/s operacion/es (una para cada ojo) no son complicadas y afortunadamente no tuve que esperar en el pasillo (las hice gratis en una clínica privada gracias a mi condición de funcionario). Vas al quirófano andando, te ponen en una camilla, te meten suero con un buen chute de tranquilizante (cuyo rebote me dejó sin dormir por la noche las dos veces) y te hacen una prueba para ver si aguantas una luz. En mi caso aprobé, lo que significa que sólo te ponen unas gotas para anestesiarte el ojo y puedes estar viendo todo el rato, lo que tranquiliza mucho (eso y la química que llevas dentro, claro). La alternativa es meterte un pinchazo en el ojo por el párpado, lo que suena peor, pero tampoco debe ser para tanto y es también muy seguro. La operación consiste en hacer un corte minúsculo (de milímetros) por el que meten la sonda de un facoemulsificador: Este cacharro lo que hace es condensar por ultrasonidos la catarata, que es un aglomerado de las proteinas que normalmente se tienen disueltas en agua dentro del cristalino, y luego se extrae este último por aspiración. La segunda parte de la faena es meterte por el mismo sitio una lente muy doblada que se despliega una vez en el interior. Esa lente está graduada para que no necesites más las gafas, corrigiéndote la miopía propia de no tener cristalino, más la que se pudiese tener de entrada. El problema es toda gente de mi edad y superior, si no tiene miopía o se la corrige con lentillas o gafas, necesita unas gafas de cerca. Esto puede solucionarse metiendo una lente multifocal que permita también enfocar correctamente de cerca, pero por lo visto no están muy perfecccionadas y no son aconsejables para quienes están en edad activa y usan la vista continuamente para trabajar o conducir como es mi caso. La solución es dejar los ojos un poco miopes (la miopía contrarresta la vista cansada), uno más que el otro, digamos entre 0,5 y 2 dioptrías y con ello se ve bastante bien de lejos y casi perfecto de cerca (como va quedando en mi caso) o viceversa. Mi sospecha es que el ajuste fino de la graduación final es imposible pero vamos, me doy con un canto en los dientes si queda como está ahora. Al final a veces ponen un punto, pero también es muy normal que puedas pasar sin ellos (a mí me tocó en un ojo sí y en el otro no). No me cubrieron el ojo con lo que salí de allí andando y viendo aunque un poco turbio al principio, además de con las pupilas hiperdilatadas, viendo las luces muy muy raras. La visión va mejorando hasta llegar a cambios ya casi imperceptibles a los 3 o 4 días. ¿Otras molestias? fundamentalmente la cantidad de gotas que hay que estar echándose, hasta 4 diarias, en las 3 ó 4 primeras semanas, eso para cada ojo. ¿Puede haber complicaciones? pues sí, y varias, pero lo normal es que no pase nada. De lo que más te advierten y más miedo deben tener los médicos por razones legales es una infección grave de dentro del ojo llamada endoftalmitis, que surge normalmente en la primera semana tras la operación en un 0,5 a 2 por mil de los casos, pero que un 20% de las casos se manifiesta a largo plazo, aunque de forma menos agresiva. Otro problema es que puede haber un oscurecimiento de la parte posterior del cristalino, parte que no extirpan en la operación, al cabo de unos pocos años. Al parecer se corrige muy fácilmente empleando unos toques con láser en consulta (por cierto, que la operación de cataratas se puede hacer con láser es una leyenda urbana muy extendida, pero no es verdad). Pues todo eso, llevo 10 días desde la segunda operación, sigo con las gotas pero todo marcha bien. Supongo que habrá valido la pena y éste es el primer mes desde que tenía 12 años que no me he puesto las gafas ni una sola vez (incluso con un ojo operado y otro no, ya me merecía la pena olvidarme de las gafas). En resumen, operación necesaria si la catarata avanza puesto que terminaría uno no viendo nada, pero relativamente segura y con un valor añadido, que es que te corrigen la miopía si llevas gafas. Además, el antibiótico preventivo de antes de la operación me curó de paso una infeccíón que debía tener en las encías porque antes me sangraban bastante al cepillarme los dientes y ahora no, lo que podríamos llamar curación colateral.

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