jueves, 19 de mayo de 2011

Contradicciones

Admiro el esfuerzo de los del 15M para intentar (o aparentar) librarse de prejuicios ideológicos. Aunque el "yo estoy aquí y soy de derechas" suena un poco a lo de "jamás fumé un cigarrilllo" de mi ejemplo sobre la ley antitabaco (ver entrada si quedan ganas). Y, sobre todo, en este país es imposible opinar sobre algo y que no le alineen automáticamente a uno. Precisamente ese hecho esa es una de las líneas fundamentales de mi blog en cuanto al tema político. Aquí, la opinión sobre cada tema está inevitablemente ligado a ser de izquierdas o derechas.

Y absurdamente, lo que da lugar a subrealistas contradicciones. Quizás uno de los temas más radicales e izquierdosos del 15M es su aversión por la banca privada. Hasta el punto que en las versiones progresivamente más moderadas de sus comunicados están empezando a aparcarlo. Y dentro de la banca, el ejemplo paradignático, al que incluso han dedicado ingeniosos carteles en la Puerta del Sol es el Señor Botín. Por supuesto se fijan en él porque es el que manda en el banco más importante de España que se está convirtiendo en uno de los mayores del mundo, y ya se sabe lo que es este país para la gente que triunfa.

Pero no sé si además, nuestros avispados manifestantes (o al menos sus inspiradores blogueros) recuerdan que este señor ha tenido ciertos encontronazos con la Justicia. Y que de ellos ha salido mediante absoluciones y prescripciones que han causado cierta polémica. En este punto un progresista pero poco informado (y seguramente inexistente) lector se estará ya echando las manos a la cabeza. Opinará con cierta razón que ahí lo tenemos, que la justicia que siempre es benévola con el poderoso, una razón más para la protesta.

Pero quizás algún otro progresista lector con más memoria (y no menos inexistente) ya sepa por donde voy y se estará empezando a mosquear. Porque resulta que la actuación de dicho juez en este caso está siendo juzgada por el Tribunal Supremo, junto a otras dos. Pues sí, se trata una de las tres imputaciones al juez Garzón. Imputaciones contra las que todo bloguero progresista que se precie ya ha escrito al menos una indignada entrada.

Acabaré dando mi opinión sobre la banca. Creo que debe haber una banca privada más liberalizada (no en manos de unas pocas manos) aunque con suficientes garantías. Y que no hay nada que impida una banca pública. La libertad económica o capitalismo se basa en la confianza en la iniciativa privada para crear riqueza. Pero la banca no crea riqueza real, no produce nada, los "productos financieros" son un camelo, la banca sólo regula la financiación. Hasta hace pocos años había en España banca pública, y no pasaba nada. Ahora está en manos del BBVA. Ah, y aún tenemos esos extraños entes en los que han convertido las Cajas de Ahorros, políticos metidos a banqueros semiprivados pero usando sus puestos para hacer política (en el mejor de los casos).

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