martes, 17 de mayo de 2011

Monarquía

Defnitivamente, estoy en vena de escribir entradas. Esta vez toca la monarquía. Dirigiéndome siempre a ese supuesto lector imaginario que probablemennte no existe me pregunto que pensará que voy a poner. Si es "progre" ya me tiene calado, dirá: es centralista, no simpatiza con la izquierda ni con el Gobierno, y encima del Madrid, éste es monárquico. Si es "conservador" mascullará: no me la da, ateo, antitabaco y antitaurino, todos éstos son también republicanos, no falla ni uno. Y "the winner is"... pues el "progre".

Bueno no es que sea realmente monárquico, ni "juancarlista" que dicen los más aplicados. Me explicaré: consideremos los paises más o menos democráticos. (Si cualquier gorila que manda mucho se dice rey, comandante, imán o presidente la verdad es que me importa poco.) Pues eso, encontramos regímenes presidencialistas (Francia, USA y los paises centro y sudamericanos fundamentalmente, no sé si incluir a Rusia por varias razones), las repúblicas parlamentarias (Italia, Alemania y alguna más en Europa) en las que el presidente es un cero a la izquierda y las monarquías parlamentarias en las que el rey es un cero a la izquierda pero algo más útil.

Las repúblicas presidencialistas dan mucho poder a una persona, que se elije en una votación más importante que las propias elecciones legislativas. Organizar unas elecciones extra es bastante caro. El mantenimiento y gastos de un presidente como el de Francia o no digamos el de los Estados Unidos es muy considerable. En resumen, respecto a gastos, el sistema es muy parecido al de mantener una casa real (en España unos 25 millones de euros al año, que tampoco está nada mal). Por supuesto, esos presidentes tienen un papel muy importante.

Vayamos a las repúblicas parlamentarias: hay un jefe de estado con mucho menos gasto, el problema es que el que se lleva todo el boato y el gasto es el primer ministro. Y la verdad es que esos presidentes de república sin poder no tienen ningún atractivo. Son tristes figuras puestas allí por el partido que manda solamente para cumplir compromisos protocolarios, por ejemplo acompañar a reyes.

Y vayamos a los reyes, ahí hay bastantes diferencias entre unos países y otros. El caso de la casa real inglesa es único. Tienen una increible cantidad de privilegios y posesiones. Pero, a cambio, dan un algo muy especial al país, solamente el turismo que atraen probablemente lo compensa todo. Viendo los países con mejor índice de desarrollo humano del mundo es fácil comprobar que las esacasas monarquías están casi todas en cabeza. Viendo las democracias liberales más estables, otro tanto de lo mismo. Como soy bastante empírico me digo; por algo será.

Pues vayamos a nuestros Borbones. Representan quizás la casa con más solera (y también peor fama e historia) de las que subsisten. Son gente muy bien preparada, educada, culta y que hablen un inglés medio muy potable. Grandes cualidades éstas comparadas con las de nuestros presidentes de gobierno, sin ir más lejos. Mi opinión es: están ahí, funcionan bien para un montón de cosas (¿en uno de esos tristes funerales oficiales que hay de vez en cuando, qué emociona más al familiar de la víctima de turno, que les abrace el rey o el príncipe o bien su presidente autonómico?.) Tienen unas excelentes relaciones internacionales, recordemos cuando ZP tuvo que echar mano del rey para a través del padre de Bush poder acercarse mínimamente a su hijo. El rey es el "comandante en jefe" y parece que los militares lo saben. Pueden mediar en política, eso sí, con mucho tacto. Incluso, aunque mucho menos que los ingleses, también favorecen el turismo. Entonces ¿porqué cambiarlos?. Imaginemos a los Presidentes de la República Señor Bono, Señor Martínez Pujalte, Señor Camps o Señor Chaves en funciones de Jefe de Estado ¿no se nos ponen los pelos de punta?

También hay cosas negativas: las cacerías de bichos gordos por ahí en secreto, por ejemplo, o las fortunitas que han ido amasado en estos años, porque la verdad es que venían con una mano delante y otra atrás, como suele decirse, y ahora mismo están muy bien asentados financieramente hablando.

Lo que realmente (buen adverbio para este caso) me molesta es la gente que se declara republicana como si con eso se arreglase algo. La verdad, no sé el qué. Si se trata de nostalgia por la segunda república y el abismo en que acabó, pues ellos sabrán, a mí no me parece un ejemplo nada atractivo precisamente. Por supuesto, yendo a un pasado aún más remoto y volviendo al empirismo, constato que en los dos modelos de democracia clásicos en Europa, Reino Unido y Francia, hubo algún episodio de pérdidas reales de cabeza. En nuestra historia no lo hubo, Solo la figurada de Felipe V, pero ya hace mucho que perdimos semejante "oportunidad". A ver, que sí que hubiese molado, la verdad, pero para aquella época.

¿Y respecto al futuro? En Madrid, hace mil años hubiésemos estado dentro de una pequeña ciudad de un califato, hace dos mil en mitad del campo dentro de un imperio casi universal, así que... quién sabe. El mismo Príncipe dice que cuando no tengan ninguna función mejor quitarlos. Pues eso.

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