Ya escribí una entrada sobre Garzón hace tiempo. Pero lo de hoy es distinto. Todo el mundo comenta que si la sentencia (mejor dicho, la declaración de pescripción) de hoy es para quitar argumentos a los que critican a la del otro día, etc. etc. Pero sólo olvidando a Garzón es cuando aparece la parte más inquietante.
Por ejemplo, lo bien camuflada que está esta sentencia entre las otras dos. Lo justo para que nadie repare en el fondo. ¿Y en el fondo que encontramos? Pues una causa archivada por Garzón contra el presidente de un banco muy importante. El mismo banco cuya segunda cabeza visible fue indultada en una de las últimas decisiones del Gobierno anterior. Esta visto que del fondo de este caso no convenía hablar mucho. Para ellos, misión cumplida. El juez del pueblo se libra de ser juzgado por haber indultado al banquero que patrocinaba sus seminarios. Todo con la máxima discrección, dadas las circunstancias.
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